Atahualpa ofrece rescate.

Atahualpa ofreciendo rescate por su persona a los españoles. Según la leyenda, Atahualpa ofreció como rescate por su libertad, llenar una pieza de oro hasta donde alcanzara la altura de su mano. Atahualpa cumplió con lo prometido, pero los españoles juzgaron demasiado peligroso dejarlo ir, de manera que le ejecutaron. Todo esto ocurrió en el año 1532.

Francisco Pizarro captura a Atahualpa.

Ilustración que muestra a los españoles de Francisco Pizarro cargando en la ciudad de Cajamarca. En dicho lugar han sido recibidos por Atahualpa, emperador de los incas. Pizarro, en un golpe de mano, capturó a Atahualpa enfrente de sus súbditos, aterrorizados por los caballos y las armas de fuego, y después de cobrar un riquísimo rescate por él, ordenó su ejecución. Este gesto significó la conquista casi instantánea del Imperio Inca por los españoles.

Captura de Atahualpa.

Captura de Atahualpa por los españoles. El Inca Atahualpa les permitió a éstos avanzar hasta la ciudad de Cajamarca, en donde les concedió una entrevista. En un audaz golpe de mano, los españoles capitaneados por Francisco Pizarro se abalanzaron sobre él y lo apresaron, derrocando de golpe a la autoridad del Imperio Inca, en el año 1532. Tardaría bastante tiempo antes de que los súbditos incas reaccionaran y se atrevieran a sublevarse contra los españoles.

Oferta de rescate por parte de Atahualpa.

Oferta de rescate de Atahualpa. Capturado por los españoles, Atahualpa ofreció tanto oro como el que se podía juntar en la habitación, hasta la altura que alcanzara su mano. Francisco Pizarro aceptó, pero una vez reunido el oro, en vez de liberar a su rehén, dispuso y llevó a cabo su ejecución. Como gracia, Atahualpa fue ahorcado antes de ser quemado, porque aceptó convertirse al Cristianismo y ser bautizado como "Juan".