"Ulises y las sirenas". Pintura del pintor victoriano Herbert James Draper. Según la Odisea, Ulises tapó con cera los oídos de su tripulación, para hacerlos inmunes al canto de las sirenas, y ordenó que a él le amarraran al palo mayor de la nave. De esta manera pudo burlar la fatal trampa a la que dichas mujeres del mar arrojaban a los navegantes desprevenidos y seducidos por su canto.
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